Críticas


La Obra de DOPAZO es vista y sentida en toda su dimensión, en su hondura, tambien en sus más claros y definitivos perfiles, su riqueza cromática salpicada, su soltura del dibujo, de dicción agilísima, le situan dentro del mundo de los mas grandes Artistas, de Laxeiro, Picasso, Miró, Pollock ou Matisse, su pintura onírica, creadora de superficies plenas de imaginación y fantasía “surrealista” adquieren un ritmo, una vibración líricamente mágica como su Galicia que transmite en su Obra, una fuerza especial.

Antonio López Alarcón
Catedrático, Ceramista y Pintor (Madrid 2.007)


Heredero de una tradición que definió la mejor pintura gallega de la vanguardia histórica y en particular de la estela dejada por Laxeiro, Xavier DOPAZO ha buscado, sin embargo, alternativas a esa herencia en la pausadez de una investigación que pasa por revertir el furor expresionista y la gestualidad esquemática de sus comienzos. Cierto que la huella emocional y distorsiva de su figuración siguen teniendo una gran incidencia, pero también lo es que, al contrario de la severidad cromática de la citada tradición, DOPAZO refuerza un colorismo tan cálido y dinámico que, a menudo, escapa a posiciones lingüisticas que tienen mucho más que ver con otro mundo, fresco y joven, en el marco de una narratividad sometida a la limpieza y al impacto de una nueva geometría, huyendo de las texturas y optando por una plenitud, que se ha convertido en un signo de identidad personal. Identidad que aspira, en su caso, a un acto de reconocimiento simbólico del lenguaje, de una lúcida sencillez, pero igualmente escenográfico, manifiesto en una voluntad clara de contarnos cosas, de explicar la vida, desde posiciones etnográficas o mitológicas, para mostrarnos un país, real o imaginado, poblado de seres de fábula, cargados de onirismo y de una ternura que existe aún en los ideales más humanos y generosos. Y entre gestos esenciales y distorsiones líricas, de grave o irónica representación figurativa, sin la exención del humor, desfilan en sus cuadros, personajes de ese país maravilloso habitado por el Rey Santiago, caballeros, gaiteiros, hombres, mujeres felices y a veces tristes, danzarines del cielo y rostros lunares habitando la soledad y exprimiendo el jugo metafórico de sus complejas iconografías, teñidas por la citada planimetría cromática. Aunque su mundo puede ser orgánico en ocasiones y desandar la senda figurativa de la corriente etnográfica para penetrar, con timidez, en un locuaz encuentro con un sistema narrativo de raíz barroca, donde el espacio y sus citas argumentales se tornan complejos, en unas ocasiones, o se simplifican como formas aparentemente escultóricas y surreales en otras. Pero en todos los casos, la atmósfera que define su pintura no sólo es un canto a la vida desde una mirada optimista y lúdica, sino un ejercicio de imaginación donde se funden el color más visceral y las formas y los gestos que nacen de sus emociones.

Antón Castro
Profesor de Arte Contemporáneo y Crítico de Arte adscrito al AICA Asociación Internacional de Críticos de Arte, Francia



FORMAN PARTE LAS LEYENDAS DEL SOLAR DEL AGUA, DEL HILO
 
No pinta el dolor,
Lo retrata de bocado en bocado.
Ojo y fuente y boca del barro,
DOPAZO,
No pinta el dolor
Lo retoca,
Amplifica el barrizal de dientes en una maná de rostros.
Diluye el alma
-la espesura huérfana del corral de la memoria-
en enormes océanos de humanas ubres: de cal viva.
DOPAZO ejecuta obediente lo que no existe
-el lugar sin principio del siempre y lo negado-
desnudando el humedal de certezas que patrocina el nacido.
El niño que DOPAZO no fue se vierte línea, de pie del aire,
Borrón que crece lima al voraz paraíso de lo aun por vivir.
El niño no entiende, absorbe,
Ahoga el tiempo a brochazo limpio.
Condenado a vivir cuantifica en los ojos la alegría sin paz sin vientre del griterío de los sueños…
sus manos liban el carcaj de risas que anticipan el hartazgo.
Furia, no simiente.

Viva actualización de la mortaja el consuelo del reo, no aplauso.
No obediente vergel del seco laberinto DOPAZO desestima por sabido el semental de la pintura.
No pinta el dolor,
Licua el vacío que lo augura forma sin fin.
Pulgar del hambre, DOPAZO, amarra la inasible luz de lo ausente,
escaleras arriba
ninguna esperanza añoran sus múltiples lamentos…
son sus siempre fértiles líneas nacientes labios: bulímicos.
Apenas lo conozco palpo en él el valor del óxido:
ese frente cristaliza el dolor la ración de heridas que protegen su nombre
no es dolor entonces la fe la ansiedad el insomnio
es carne, puñal del gozo,
brutal lienzo el fulgor que lo arrasa.
Se protege así del corazón del ángel
Forman parte las leyendas del solar del agua, del hilo:
ponen en su sitio al polvo.

Antonino Nieto Rodríguez
Escritor-Poeta (Madrid 2.008)



DOPAZO es un Artista que va con la verdad por delante, su verdad, su Arte, DOPAZO es un pintor visceral que no se rige por tendencias ni modismos, de certero trazo y su innato dominio del color son sus mejores armas, siempre renovando, siempre innovando, siempre sorprendiendo, es en resumen un importante Artista de este siglo a tener en cuenta, que nos sorprende y sorprenderá aun más con el correr de los tiempos.

Yvan Descamps
Profesor de Dibujo y Pintor (Bélgica 2.003)



Hablar de mi amigo y colega Xavier DOPAZO, es hablar de pintura, yo he seguido su trayectoria, y es un Artista con mucha creatividad y con ganas de experimentar en la pintura.
Supongo que todos han tenido la percepción de ver sus Obras de que estamos ante una pintura bien gallega, de que estamos ante unos personajes gallegos que representan un poco, y de manera muy completa, el subconsciente colectivo de Galicia. Son personajes que, en ese sentido, están vinculados a todos los Maestros que han hecho Pintura Clásica Gallega, y recuerdo perfectamente que, Tino Grandío reflejaba este subconsciente colectivo.
Pero a partir de aquí, entra todo lo que es nuevo en Xavier DOPAZO. Si esto lo vincula a nuestros clásicos, como Laxeiro, en la riqueza también cromática de sus cuadros, a partir de aquí todo lo que DOPAZO hace es una novedad dentro de la tradición pictórica gallega.
¿Y por qué es una novedad? Pues, en primer lugar, porque lo que sorprende, sobre todo, es la riqueza cromática de sus cuadros, la exuberancia de los colores, junto también con una composición muy equilibrada. Cada cuadro, da la sensación de que está, lleno de color, de trazos con sentido del equilibrio, porque hay que decir que la pintura de Xavier DOPAZO es una pintura rítmica.
Llenas de color, lo resuelve con mano maestra a base de una composición ejemplar y un equilibrio en el cuadro.
Xavier DOPAZO es un pintor Expresionista, con dominio del color y la línea que nos recuerda a Miró, y experimenta con el cubismo, donde consigue unos resultados sorprendentes lo cual, todavía le da un acento mayor al cuadro de algo de naturaleza mucho más consistente.
Será muy interesante que, pasado algún tiempo, veamos como resuelve este pintor que ha dado muestras de tanta creatividad, de tanta innovación y con un ritmo de creación que se intensifica conforme pase el tiempo.

José Lorenzo Macías
Artista Plástico (Pontevedra 2.008)



En las Obras de Xavier DOPAZO se combinan la calidad técnica junto con altas dosis de energía y vitalidad, un encuentro entre la fuerza y la energía etérea que fluyen entre el pensamiento y la acción, de una magnificiencia surrrealista encaminada a la innovación espontánea y evolutiva que le conduce hacia un crecimiento constante y creativo, sin duda alguna estamos ante un esforzado Creador que por su Obra, tesón y constancia alcanzará su lugar en el mundo de los plásticos modernos.

Alberto Mallo Areao
Museo Manuel Torres (Marín 2.005)




UNA VUELTA SORPRENDENTE POR GALICIA

Galicia es una tierra maravillosa que descubrí allá por los años 70, debido a que mi mujer, entonces mi novia, desciende de gallegos, concretamente de Puenteareas ( Pontevedra ). No tengo que tener ninguna excusa para escaparme de vez en cuando, y poder disfrutar de sus paisajes, de su gastronomía…, de sus gentes.
Como es lógico y debido a mi formación profesional, la arquitectura de cualquier parte me interesa, siempre saco conclusiones, y en Galicia he encontrado detalles extraordinarios de una arquitectura popular sencilla pero con un encanto especial.
Este verano me acerqué a visitar el edificio “Las Acacias y Los Cedros” en la calle Joaquín Costa de Pontevedra, mi interés principal era ver este edificio que había sido galardonado con el premio APROIM al mejor edificio gallego del 2.003, y cual fue mi sorpresa al descubrir sin proponérmelo, unos cuadros y unos murales sensacionales del Artista Xavier DOPAZO que adornan los tres portales y el patio interior.
He de reconocer que todas las artes me interesan, sobre todo me atraen de una forma especial la pintura y la escultura de las que he participado en muchas ocasiones en exposiciones, coloquios etc…Cuando me encontré de repente con la Obra de Xavier DOPAZO, sentí en su forma de hacer, un aire fresco, que si bien recuerda al viejo y reconocido pintor Laxeiro, y tiene ciertos toques picasianos y mironianos, su pintura es muy personal, con un movimiento y composición inconfundibles, posee la armonía y el lirismo que son imprescindibles en toda Obra Artística. Interpreta perfectamente las leyes del equilibrio, orden y proporción que el verdadero Artista ha de poseer, y consigue que el espectador sensible disfrute verdaderamente de estas cualidades.
Insisto, el edificio me gustó, pero descubrir a DOPAZO me impresionó.

Pedro L. Montes Martínez
Arquitecto, Pintor y Escultor (Madrid 2.007)



Xavier DOPAZO ve el mundo desde las entrañas. Es un pintor que pertenece a Galicia, pero no sólo ella. Me recuerda mucho a un mismo mar que hace suyas una costa y otra. Xavier pinta con el don conceptual de la esencia. Su interés por lo popular representa un suave trago de trazos intencionados. Donde el espectador halla, a priori, un balón de colores palpita una reunión de gaiteiros, por ejemplo, tan ágiles sobre una superficie estática que provocan el delirio de quien acaba descubriendo la magia de la pintura de este joven y consolidado valor del arte contemporáneo nacional. Sus figuras respiran a cada línea trazada con fugacidad. Fugacidad que desea trasmitirlo todo sin sucumbir a las concesiones de lo previsible.
DOPAZO recibe además las embestidas irracionales de su subconsciente. Fíjense, se lo ruego, en los ojos de nuestro pintor, ¡hablan y gritan a cada parpadeo!. Sus obras más surrealistas reflejan una espeluznante seguridad a la hora de utilizar la forma libertaria. Xavier plasma el riego y plasma también lo onírico de su talento con la fuerza de un volcán. Alguno de sus cuadros llega a enganchar la atención con la fuerza de la lava hirviendo.
Otra característica muy singular de este pintor es la de su inclinación, casi constante, por lo arriesgado. Ha pintado el hermoso cuerpo de hermosas mujeres convirtiéndolas en un cedazo de imaginación móvil. Ha pintado grandes murales que día tras día son observados por los ojos de la gente. Habrá niños que crecerán junto a ellos. Niños que irán descubriendo lo que Xavier quiso decirles con el paso inexorable del tiempo.
DOPAZO es un pintor de largo recorrido, pues su creatividad rebosa salud. Todavía le queda darnos lo mejor de sí mismo. Les recomiendo que se acerquen a él, pues como artista tiene ya bagaje suficiente como para mirar con esos ojos suyos tan recios, para mirar, digo, a un futuro que le pertenece por la calidad de su trabajo. Un trabajo imprescindible si se quiere entender la realidad artística gallega de hoy.

José María Espinar
Poeta y Escritor (Madrid 2.006)



EL GESTO DE UN PINTOR

Pintor de gestos, de trazos, con un sentido rítmico de la pintura, Xavier DOPAZO inunda con sus creaciones toda nuestra mente de una alegría expresada a través de la pintura. Sus abstracciones, sus gaiteiros o cualquier temática que aborde en sus cuadros, son un grito expresivo que nos manifiesta su manera de entender la pintura. Porque desde esta palabra es desde la que hay que acercarse a la creatividad de Xavier DOPAZO. Pintura, pintura y pintura. Todo en él le conduce a este terreno que cada vez domina en mayor medida con la seguridad que otorga la experiencia y el manejo continuado de diferentes técnicas y expresiones.
Ahora, a punto de dar un importante salto en su carrera artística, es el momento de realizar balance de lo hecho, lo que nos permitirá afianzar los siguientes pasos, sin duda prometedores de este joven formado de manera autodidacta, tallado bajo horas y horas de taller y de presencia ante el lienzo, al fin y al cabo la mejor escuela, la más productiva, y posiblemente también la más completa. Xavier DOPAZO ha crecido en Galicia, desde aquí su arte ha progresado y como buen gallego nunca dejará de crecer con el punto de mira en esta tierra telúrica. Así es como sus ‘gallegos’, auténtica seña de identidad de su pintura, le han catapultado a ocupar un lugar en la plástica gallega, el sentido del ritmo, la musicalidad de esos trazos, entre lo casual y lo meditado, y la capacidad de síntesis posibilitaron la creación de un elemento icónico en nuestra pintura y que ha referenciado a Xavier DOPAZO como un gran siluetista. Sus composiciones, tanto de varios personajes, como de figuras autónomas, son una perfecta manifestación de esa saudade gallega adaptada, de manera ejemplar a los nuevos tiempos de la pintura, llenos de vocación expresiva, de carácter y de una fuerza compuesta a través de su gran arma de creación, el gesto.
Desde ese gesto es desde el que podemos seguir progresando en el acercamiento a otras facetas de la pintura de Xavier DOPAZO. Esa gestualidad nos convoca ante un pintor expresionista, cuya obra surge de un momento, de un instante, de un zarpazo pictórico desde el cual se consigue transmitir ese elemento tan pocas veces presente en nuestra pintura, muchas veces llena de clichés y anquilosada en un tratamiento vacío e inexpresivo, como es el de la vida. La pintura de nuestro protagonista está cargada de vida, aquel ‘joie de vivre’ que hace de la pintura algo lleno de alegría y pasión, parte consustancial a este arte, al que Xavier DOPAZO es capaz de asentar bajo sus pinceladas y sus colores.
 Amante de la actividad artística, sería contraproducente negar muchas de sus influencias a la hora de aproximarse a la pintura, Picasso, Miró, o la abstracción americana son puntos de referencia muy importantes a la hora de acercarse a su pintura. El eco picassiano se manifiesta en el tratamiento de la figura, tomado como modelo para progresar en el estudio del rostro, así como en diferentes personajes que van llenando sus narraciones de presencias humanas y en los que la fragmentación cubista del pintor malagueño, en unión con el empleo del color en territorios divididos del propio lienzo, permiten a Xavier DOPAZO mostrar su propia individualidad, surgida a partir del estudio de Picasso. De Miró podemos rescatar la importancia que tiene en nuestro pintor esa pintura onírica, creadora de superficies fantásticas, plenas de imaginación y fantasía, como las que nuestro protagonista fue capaz de, llevar a cabo en un patio de viviendas de un edificio en Pontevedra donde afronta una ingente labor mediante la elaboración de varios murales en los que fue capaz de dar sentido y aprovechar unas paredes como medio de expresión, planteándonos al mismo tiempo, el valor de la pintura para mejorar nuestros entornos y espacios de vida diaria. Finalmente, la abstracción americana. Paso por otra parte lógico para quién se había fijado en un ‘surrealista’ tan especial como lo era Miró, está muy presente en su concepción de la pintura en la que ya hablábamos antes de la importancia del gesto. Esa manifestación de la presencia del artista donde lo gestual y el informalismo son tan importantes, nos llevan de manera directa a citar a Pollock y a su forma de entender el hecho pictórico, el azar, el chorreado, el grumo… son elementos de los que también Xavier DOPAZO se va a valer para que su pintura siga evolucionando.
Entre estas dinámicas es en las que se mueve este pintor al que cualquier tema le sirve para buscar un canal de expresión con el que llegar al espectador. La importancia de la comunicación dentro del arte es fundamental para él, ya que necesita de alguien al otro lado para culminar un proceso pictórico de unas claras connotaciones expresivas. Durante los últimos años, Xavier DOPAZO se ha mostrado frenético a la hora de crear, de exponer, de difundir su arte, que tan ligado está a su propia vida, y de ese frenesí se impregna toda su obra para de nuevo gritar a la vida, gritar a la pintura y al mundo que un pintor llamado Xavier DOPAZO les desafía a acercarse él y compartir así su visión de la vida a través de la pintura.

Ramón Rozas Domínguez
Crítico de Arte (Pontevedra 2.006)



Non hay nos seus cadros artificios gratuitos. Polo contrario, todo neles está ordenado para construir un discurso profundo e sentimental. Un discurso que, ás veces, é un berro de dor ou ledicia, pero que sempre é un berro de vida. A pintura de Xavier DOPAZO non fala doutra cousa, porque é auténtica e non se disfraza con roupaxes de aluguer.
O autor pinta coa alma, e quere mostrar o que sinte, o que ve, o que está arredor del, a súa propia realidade no vieiro dunha vida chea de altibaixos e de intensidades desconcertantes, sorprendentes, inesperadas. Porque a vida é todo, menos previsible.
Visceral e xeneroso, o Artista deixa a alma en cada trazo, en cada cadro, para amosar a súa verdade núa. Os pinceis son as veas polas que se desanga e se renova. Búscao todo con entusiasmo e con paisón. El non querer dar un anaco, senón que o quere dar todo.
DOPAZO é da raza dos bos pintores que non admiten límites. Por iso ten un camiño tan prometedor por diante.

Carlos G. Reigosa
Escritor y Periodista (Madrid 2.008)



DOPAZO es uno de los Artistas gallegos que día a día está contribuyendo a replantear las fronteras del Arte, utilizando diversos medios y materiales ( pintura, instalación, grabado, técnicas mixtas, cerámicas, escultura…) la Obra de DOPAZO no se corresponde con una simple provocación, del tipo que tan habitualmente y gratuitamente nos asaltan en exposiciones y que tan rápido como se ven se olvidan, resulta muy estimulante comprobar como DOPAZO consigue impregnar sus trabajos sobre cualquier soporte con el mismo espíritu y sensibilidad.

X. Luis Gómez Rivada
Pintor y Escultor (Ourense 2.004)



DOPAZO se integra en la vanguardia de la pintura gallega, pero lo hace de tal forma que no existe una ruptura con el pasado, por el contrario su Obra, reconcilia lo novedoso con lo mejor de la tradición pictórica gallega, así en sus pinceladas descubrimos su particular y moderna visión de la pintura y también reminiscencias de grandes figuras de generaciones anteriores como Laxeiro, resulta gratificamente encontrar toda esa madurez en un Artista de su juventud, juventud que promete en cada una de sus Obras.
Celestino Lores Rosal
Presidente de la Asociación de Amigos del Camino Portugués ( Pontevedra 2.002 )
La línea artística de Xavier DOPAZO se mueve dentro del arte figurativo, con una fuerte influencia de las corrientes artísticas gestuales, así como de la herencia del arte gallego por excelencia, tanto por su temática como por su iconografía, que en ciertos gestos recuerda a la escuela de Laxeiro.
Los informes que han dado sobre las actitudes de Xavier DOPAZO son excelentes, así como su capacidad de trabajo y voluntad de aprender.

José Chavete Rodríguez
Catedrático de Pintura (Facultad de BB.AA. de Pontevedra)